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Acercamiento a los Tipos Psicológicos de Jung

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Cuatro elementos alquimia

INTRODUCCION

El ser humano se ha formulado repetidas veces la pregunta “¿quién soy?” y las tradiciones de las diferentes culturas han tratado de contestar a ella, recurriendo a esos mapas del psiquismo, que se conocen con el nombre de tipologías. Esos antiguos sistemas tipológicos revelan pautas universales entre los humanos y también evidencian las singularidades que nos diferencian.
En 1921 Jung publicó la primera edición de su libro «Tipos psicológicos», en el que trataba de explicar, entre otras cosas, las irreconciliables diferencias que le separaban de Freud, no sólo en cuestiones teóricas, sino que también en sus diferentes formas de concebir el mundo.
Jung escribe: “Freud ha sucumbido en la medida en que, tras unos inicios psicológicos correctos, ha querido volver a re-transformar teóricamente todo en la pulsión condicionada corporalmente, en lo somático.”
Es decir, Freud seguía aportando en el mismo registro que lo había hecho la tradición hasta entonces, justificando las similitudes y diferencias individuales basándose en el cuerpo, en el soma, en este caso en la líbido.
Continúa Jung: “Yo parto de la hipótesis de que el alma tiene unas leyes propias… Aunque el alma y el cuerpo son una unidad, no nos queda sino investigar por separado el cuerpo y el alma y tratarlos por lo pronto como si fueran independientes, al menos en su estructura…”
La aportación del pensamiento junguiano en el tema es salir de la perspectiva somática para hablar de tipología y así se abre todo un universo, en el que se contempla también el alma, de un modo concreto.
Alma: (Seele) “…entiendo por alma un complejo funcional determinado y circunscrito, al que la mejor manera de caracterizarlo sería llamarlo “personalidad”. “Tipos Psicológicos”, Carl Gustav Jung, Editorial Sudamericana, Barcelona, 1994

Tipos psicológicos

Las dos principales actitudes introversión y extroversión y las cuatro funciones (pensamiento o thinking y sentir o feeling, sensación e intuición) tienen una considerable influencia sobre la orientación del yo al emprender sus tareas y requisitos de adaptación.
El yo debe adaptarse a la realidad mediante todos los medios disponibles. Jung describió cuatro de estos medios o funciones del yo, cada uno de los cuales puede ser orientado por una actitud introvertida (que mira hacia adentro) o extrovertida (que mira hacia afuera). Una vez alcanzado un desarrollo considerable del yo, la tendencia innata del individuo para orientarse en el mundo –tanto interno como externo- comenzará a manifestarse de maneras definidas.
Jung consideraba que el yo tiene una tendencia innata , genética, a preferir un tipo particular de combinación de actitud y función, y que se apoya de manera secundaria en otra combinación complementaria para equilibrar, quedando la tercera y la cuarta función menos utilizadas y por ende menos accesibles y desarrolladas. Estas combinaciones conforman lo que él llamó los Tipos Psicológicos.
Psique: “…entiendo la totalidad de los procesos psíquicos, tanto conscientes como inconscientes ““Tipos Psicológicos”, Carl Gustav Jung, Editorial Sudamericana, Barcelona, 1994
A veces, las circunstancias nos fuerzan a desarrollar una cierta función por encima de otra que nos es más natural, ya sea por influencia de nuestros padres o de la cultura en la que vivimos. Algunas sociedades son muy pensantes y orientadas por la técnica. Otras son más sensitivas y permanecen más orientadas hacia la sensación, mientras que otras muchas con intuitivas, más místicas.
A pesar de todo, cada psique es tan única como lo es la huella dactilar de la persona o el material genético.
La tipología declara que la conciencia funciona de dos maneras: PERCIBIENDO y EVALUANDO
  • Percibir
La realidad mediante nuestra función de sensación (S), usando nuestros cinco sentidos: vista, oído, olfato, gusto y tacto. Nos constata la presencia de un objeto. Esta función nos indica si el espacio en el que nos encontramos está vacío o figura en él algún objeto, si este objeto está en estado de reposo o en movimiento, etc. La sensación en tanto que función psíquica, es por esencia irracional, ya que para ser pura y viva no debe incluir juicio alguno, ni ser influenciada ni dirigida; debe ser irracional.
También podemos percibir la realidad con un “sexto sentido”, la intuición (N). El objeto, situación etc. que hemos constatado posee rasgos que denotan el pasado y hacen presentir el futuro. Estos rasgos no están incorporados a la forma actual, sólo prestan a ésta una atmósfera que flota y la rodea. Aquí tenemos el dominio de las suposiciones, de los presentimientos, de las impresiones vagas. La intuición es una percepción a través de lo inconsciente.
  • Evaluar
Al pensar usamos el análisis lógico e intelectual para averiguar el verdadero carácter de una persona, o la verdadera naturaleza de una cosa, o de un acontecimiento, o para hacernos una idea de como funciona algo. El pensamiento (P) es una función racional: juzga, y excluye. A esta función le corresponde precisar lo que una cosa es. Debe aprender su especificidad, diferenciarla de lo que no es.
Podemos también evaluar nuestras experiencias con personas o situaciones utilizando nuestra función de sentimiento (feeling) (F), según sean nuestras sensaciones agradables o desagradables hacia la gente, lugares o actos. Esta función -la de sentimiento- difiere de las emociones o los afectos; entre el objeto y yo existen diversas relaciones, pues de una u otra forma me afecta, de manera agradable o desagradable. La función de sentimiento acepta o rechaza como bueno o malo, apropiado o inapropiado, cualquier cosa que nuestra conciencia perciba a través de la sensación o la intuición. Entre el objeto y yo existen diversas relaciones, pues de una u otra forma me afecta de manera agradable o desagradable, interesante o repugnante, deseado u odiado por mi. Como el pensamiento, el sentir es una función racional, que formula un juicio preciso.
El hombre posee constitucionalmente las cuatro funciones, pero solo es básicamente con una función mediante la cual se orienta y adapta a la realidad. Esta función se desarrolla y diferencia con mayor intensidad, llega a ser la función de adaptación dominante, provee a la actitud consciente de dirección y cualidad y se halla siempre a disposición de la voluntad consciente del individuo. Por ello se le ha llamado función diferenciada o también función superior, y es la que determina el tipo del individuo. La función superior pertenece totalmente a nuestra conciencia; la opuesta a ella, la función inferior, la cual yace absolutamente en el inconsciente y las dos funciones restantes tienen parte en la conciencia y parte en el inconsciente.
El ser humanoutiliza habitualmente su función principal, y en parte, también de una segunda función: La función auxiliar, tan sólo relativamente diferenciada. Ambas son conscientes y ordenadas. La tercera función es rara vez utilizada. La cuarta, la inferior, no se halla en general a disposición de la voluntad.
Puesto que la oposición existe entre las funciones auxiliares no es tan grande como la que hay entre la dominante y la inferior, puede también la tercera función aparecer en la conciencia. La cuarta función está totalmente entremezclada con el inconsciente y siempre que las circunstancias la eleven a la luz de la conciencia, arrastra consigo los contenidos del inconsciente. Irrumpe con sus contenidos indiferenciados en la conciencia y conduce a un encuentro polémico con ellos y también a la posibilidad de síntesis entre contenidos conscientes e inconscientes.
Podemos aumentar la energía específica de una función por un acto de voluntad, pero en general se ejercen de manera automática. Estas cuatro funciones no sólo se ejercen en la conciencia, sino también en el inconsciente. En la mayoría de las personas una de las funciones es ejercida, desarrollada y diferenciada con predilección, en detrimento de las otras que están en la inconsciencia, lo que provoca una unilateralidad singular.
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EXTRAVERTIDO (E)
– Mantiene un comportamiento positivo con el objeto
-Afirma la importancia del objeto, en la medida en que continuamente orienta su actitud subjetiva    hacia el objeto y la refiere a él: “piensa, siente y se conduce en relación con el objeto”.
– Se inclina hacia las normas externas de validez colectiva, al espíritu de la época.
– De carácter abierto, sociable, a menudo alegre, o al menos amable y accesible.
– Se relaciona con los demás, influye en ellos y se deja influir por ellos.
– Vive en correspondencia inmediata con las circunstancias objetivas y sus exigencias.
– Su entera naturaleza mira hacia afuera porque a él la determinación importante y decisiva le viene siempre de fuera.
– Su interés y atención van tras los acontecimientos que se producen en su entorno más próximo.
– Las leyes morales del obrar coinciden con las correlativas exigencias de la sociedad, con la concepción moral vigente.
– La tendencia de su tipo va tan hacia afuera, que fácilmente no satisface las necesidades elementales de su cuerpo. Su entorno doméstico nota, también su cuerpo.
– El peligro del extravertido está en ser absorto por el objeto y perderse completamente a sí mismo en él.
INTROVERTIDO (I)
– En la actitud introvertida la energía se retira del ambiente para orientarse hacia el interior de la persona.
– Los principales centros de interés del introvertido son el mundo de los conceptos y de las ideas.
– Tiene mayor confianza en los conceptos permanentes que en los sucesos transitorios exteriores.
– Suele ser de naturaleza cerrada, impenetrable, tímido, gusto por la soledad, contemplación, aislamiento, etc.
– En su comportamiento se abstrae del objeto y le otorga un valor secundario.
– Su conducta es determinada primordialmente por factores subjetivos, por tanto, frecuentemente le cuesta adaptarse al mundo exterior.
– Tiene marcada tendencia a defenderse de las exigencias externas.
– Se abstrae lo más posible de todo gasto de energía que se refiera directamente al objeto.
– Tiende a crearse una posición lo más segura y poderosa posible.
Grados de actividad muy diferente entre las funciones origina perturbaciones (se refiere a personas con una puntuación muy alta, en detrimento de su complementaria)
*Quien posee la función del pensamiento como muy dominante puede persuadirse de que tiene un temperamento esencialmente sentimental, pues su sentimiento en ocasiones le desborda. Esto es así porque su sentimiento no está desarrollado en función de adaptación y tiene bajo su influjo al sujeto. El sentimiento no está diferenciado y el sujeto es dominado por sus emociones. Cuando el intelectual experimenta un sentimiento, ningún argumento será eficaz contra él. Sólo la emoción y las conmociones que siente pueden ayudarle a liberarse de su encantamiento. Acostumbra a controlar su sentimiento con “mano de hierro”, lo encuentra peligroso.
*En un ser del tipo sentimiento muy pronunciado, muy extremo, apenas deja intervenir el pensamiento, pero en cuanto se le declara una neurosis y sus pensamientos no empiezan a turbarle, surgen éstos de forma impulsiva y no consigue liberarse de ellos. No sabe razonar, su espíritu no es maleable y se queda enmarañado en pensamientos de los que no logra deshacerse. En definitiva, el pensamiento le inspira temor y fascinación.
*El intuitivo muy extremo, se suele sentir importunado por lo real. Le falta el sentido de lo real, se encuentra la mayoría de las veces en las antípodas de las posibilidades concretas de la vida. Puede ser una persona que siembra un campo y antes de que el campo esté maduro se va a otro campo, corriendo siempre tras nuevas esperanzas, dejando escapar las ocasiones de la vida cotidiana. Está confundido con lo real, para él lo real es lo que no es, lo que debería ser. Cuando se siente cogido dentro de una situación concreta, sólo piensa en la forma de salir de ella, de huir lo antes posible con el objetivo de ser de nuevo libre, para acoger nuevas oportunidades.
* El tipo sensorial, muy extremo, para él una cosa es cierta cuando es real, tangible. Cuando no siente una realidad dada y estable, cuando no se encuentra contenido entre cuatro paredes, puede empezar a temblar; fobias, etc.
En nuestras funciones inferiores todos somos primitivos, está totalmente desprovista de la voluntad, constituye un punto débil, una herida a todo lo que apremia por entrar.
Los dos pares de funciones contrarias (pensar thinking – sentir feeling// percibir – intuir), no se mezclan, son incompatibles; pero en cada caso, se conducen entre sí en forma compensadora.
La conducta complementaria o compensadora de las funciones contrarias entre sí constituye una ley latente de la estructura de la psique.
La super diferenciación de las funciones superiores, casi forzosa en el curso de los años, (se refiere a que cuando usamos casi sólo nuestra primera función, ésta cada vez es mejor en detrimento de las otras, por ejemplo) es causa de tensiones correspondientes a los problemas propios de la segunda mitad de la vida y cuya compensación constituye uno de los problemas principales de esta segunda etapa de la existencia. La super diferenciación es causa, sobre todo, de una alteración del equilibrio, que puede llevar graves trastornos.
Para realizar test de Tipos Psicológicos recomiendo:
http://www.odiseajung.com/categoria/tipos-psicologicos/
donde también se hace una descripción de los 16 tipos.

Bibliografía:

“Tipos Psicológicos”, Carl Gustav Jung, Editorial Sudamericana, Barcelona, 1994

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